Tu negocio ya ha superado la etapa inicial, pero sientes que gran parte del crecimiento depende de ti. Las tareas se acumulan, el equipo necesita más dirección y muchas veces trabajas de forma reactiva, apagando incendios. Esto es normal en la etapa de consolidación, pero también es el momento de organizar procesos, definir roles claros y establecer sistemas que le den estabilidad a tu empresa. Cuando hay estructura, tu negocio puede crecer sin que tengas que estar en todo, todos los días.
Razón